PONENCIA: Sistemas de representación visual y relato (contra)hegemónico.
A través de ejemplos y estrategias utilizados en mi trabajo hablaré de distintos sistemas de representación visual y su función como medios de transmisión de ideología a pesar de su aparente neutralidad, en contraste con los mecanismos más explícitos de la educación reglada. A continuación propondré maneras de apropiarse de ciertos medios para construir relatos alternativos al dominante.
Ignacio García Sánchez (Madrid, 1987) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y la Hochschule für Bildende Künste de Hamburgo. Ha sido artista residente en Tabakalera (Donostia), NauEstruch (Sabadell), El Ranchito Rusia (Matadero Madrid / NCCA Vladicáucaso) y en la Fundación BilbaoArte (Bilbao). Desde 2008 su trabajo se ha podido ver en galerías como Marta Cervera (Madrid), Luis Adelantado (Valencia), PM8 (Vigo) o Espacio Alexandra (Santander), así como en el CAC de Málaga, Centre Cívic Can Felipa o Fabra i Coats en Barcelona, Sala de Arte Joven de Madrid, MAC de A Coruña, Atarazanas de Valencia, Kunsthaus de Hamburgo o Survival Kit Festival en Umeå.
+ info: ignaciogarcia.net
En los últimos años Ignacio ha ido desarrollando un particular lenguaje narrativo y visual, apoyado básicamente en el dibujo y en recursos formales propios de ámbitos como la arquitectura, la ilustración de libros infantiles o de texto, el cómic, la heráldica o la propaganda politica. Una serie de temas recurrentes cruzan todo su trabajo: las contradicciones entre la teoría y la práctica, la influencia decisiva de las ideas abstractas en los procesos concretos de transformación social, las relaciones del poder con la historia y cómo ésta es reinterpretada para legitimar el presente. Las piezas son concebidas como réplicas hechas a mano de productos culturales procedentes de sociedades futuras o paralelas a la nuestra. Mediante imágenes, objetos y texto se plantan escenarios sociopolíticos ficticios, situados entre lo plausible y lo descabellado, lo utópico y lo distópico. Las realidades imaginadas no son necesariamente más deseables que la que nos ha tocado vivir, su intención fundamental es cuestionar el determinismo histórico y otros dogmas ideológicos de nuestro tiempo, servir como estímulo en la búsqueda de alternativas al sistema actual. A través de cristales deformantes de distinto color y grosor contemplamos inquietantes versiones de nuestro propio mundo en las que los mecanismos que hacen que todo siga funcionando, normalmente ocultos bajo capas de cultura y civilización, quedan al descubierto.