Isidoro Valcárcel Medina (Murcia 1937) es un artista permanente. Su línea en constante evolución ha planteado desde sus inicios cuestiones incómodas para espectador e institución, basadas de forma muy concreta en el papel de la práctica artística y las relaciones que esto suscita. Su constante «estar activo» provoca que a su edad sea uno de los artistas más escurridizos e inclasificables del panorama internacional y sin duda una figura ineludible como referente.